Parece que el mundo ya no más, y el mundo sin embargo camino de luce verdes, aviones indolentes, pájaro de plata sobre la llama de tus sueños inmortales, en el límite del sueño, en el límite del hombre, asomados al abismo donde mañana sí, mañana sí, busca la voz de los desiertos y el siseo de serpientes y el relámpago mortal que te devuelva alguna estrella. Dedos torpes, corazón turbio, papel, irrealidad, asfalto, refugio, mal menor, y seguir seguir seguir hasta que fluya y el sentido es como antes cuando un juego, sí, cuando perder fue deseable y las catástrofes llegaron: el huracán, la plaga, el terremoto, la marea, la riada, y aquí quedaste hermano, aquí quedaste, desnudo, frágil, aterido entre las tablas, los cadáveres, el barro.