El impulso destructor es uniforme. Un único escenario de aniquilación. Las fuerzas que tienden a ella convergen fácilmente, bajo cualquier forma, máscara o pretexto.
La creación necesita de infinitas mentes, infinitas madres, infinitos héroes, infinitos dioses. Múltiple y ubicua. Eternamente contradictoria. Esa es su flaqueza. Esa es su redención.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario