Pasos hacia el claro entre los árboles. Ramas que se cierran como un vientre, útero fotosintético que adormece el mundo afuera. Déjate albergar. Examinando lo inconcluso a través de rutinas, desiertos, laberintos, espacios liminales, sueño de las bestias. Viertes la mirada en la corteza de los árboles, la derramas, asciendes como savia vivificante y ponzoñosa. Plumas de pájaro en las copas. Vestir de brujería el sueño. Caminar, dejarte atrás, abismado en el éxtasis del tronco, salir a campo abierto. Perdido. Encontrado. Extraviado. Nunca más entre los hombres.
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