Peces dorados de la infancia, sueños color naranja, branquias para el abismo, para tus ojos, para saltar y perder y navegarte.
Tú, dedos arraigados en el pecho, filo vertical de las mareas, carne de la luna, lágrimas de Marte, serpientes por todas partes. 
Tiburón ballena, ¿devolverás a tiempo los muñecos de madera?
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