jueves, 31 de marzo de 2022

Abandonar el sueño por el sueño, llega el alba, no es más que el sol al Este. Qué despertador está sonando.

No pienso rezar el Padrenuestro. Soy la mañana en pleno ascenso.

Pesado como un manto de obediencia.

Hace frío en la playa. Hace frío en la ciudad. Hace frío en el recuerdo.

Hace frío en este meandro autorreferencial. 

¿Eres el hombre?


¿Eres al agua?


¿Eres la isla?


miércoles, 30 de marzo de 2022

A veces cárceles de barro a la deriva entre la bruma, en la tormenta contra el dorso de los pájaros, en el eco, en el vértigo, en la disolución.

martes, 29 de marzo de 2022

Transporte de animales vivos. Humo y microplásticos. Sacrificio ritual en chimeneas. Lógica, materia, cáncer, catedrales. 

lunes, 28 de marzo de 2022

La radiación dibuja rostros en la niebla a medianoche. El Ser y los aviones estrellándose en tu frente. Soñar con acueductos. Símbolos mágicos a cuchillo en la pared. Gritar de madrugada. De una manera o de otra, te encontraré. La materia es irreversible, pero el recuerdo no lo es.

jueves, 24 de marzo de 2022

En general no se preocupan a menos que tú lo hagas. finge seguridad,  concentración y un cierto cansancio al que nadie más que tú es capaz de sobreponerse. Te dejarán en paz. Te ignorarán. Serás el ángulo muerto entre la ventana y el recuerdo, una vaga desazón, una búsqueda imprecisa, serás canciones, niebla, insatisfacción. Un hombre vulgar con una tarea vulgar y preocupaciones vulgares en un mundo de dolor y meridianos, mientras todo se agita impulsado en el vacío, arrastrado por el vacío, y ese vacío eres tú.

Cuando la creatividad se agota, porque las formas te abruman, la conciencia de tí mismo es tan intensa que la divinidad omnipotente se concentra en carne y pelo y huesos, palabras, cefalea e intestinos, se repliega, se marchita y envejece. Aprendes que lo sagrado es la potencia y que la muerte es un mineral extraño.

Cuando te vuelves mineral deseas no haber sido, finges brevedad, te pliegas a las estrecheces del tiempo y del espacio, de la carne y la necesidad. Caminas entre ellos como uno más, cargando el estómago y las piernas y las muelas y el insomnio y el hambre y las varices y todo lo demás. Y la muerte es un cristal oscuro, el reverso deseable de la plena posibilidad.


miércoles, 23 de marzo de 2022

 La ventana es cuadrada,

pero el recuerdo es redondo

Y en los ángulos vacíos pasan cosas terribles

(Yehuda Amijai)

Silueta rosa chicle dobla la esquina, sostiene una correa, como un globo atado a un perro. El observador emprende la senda del arquetipo, así es como todo cobró sentido, así es como todo quedó preso.


martes, 22 de marzo de 2022

El Sumo Hacedor, perdido en la maraña de subtramas, abrumado por la proliferación de personajes, capas, subcapas e infracapas, preso de la melancolía fósil del burócrata, publicaba en redes revelaciones sutiles, frases arcanas, con la esperanza -o sin ella- de poner en marcha el dominó que culminara su obra; algo que una pléyade de fans (dividida por los siglos, los egos y las disputas) en infinidad de cultos y culturas (Babel de genio desperdiciado, solemnidad cataclísmica, autoengaños más allá de todo límite, fines justificando los medios, cárceles mentales, físicas y espirituales, sádicos, ingenuos, despistados y caraduras) llevaba eones reclamando de las más diversas formas: oración, sacrificios, gimnasias matinales, dietas absurdas, látigos, cilicios, prédicas y parafilias... Pero todo quedaba en nada. Mañanas perdidas, facturas y aburrimiento.

El impulso se perdió el séptimo día. Puesto en marcha el diorama del mundo azul y tierra no se le ocurrió qué más hacer. Los paisajes, meteoros, seres, infraseres, prodigios y cataclismos, habían plasmado con fidelizad y sutileza el mundo interior de sus pasiones y sus miedos. También de sus limitaciones. Se entretuvo conversando con alguna de sus criaturas más curiosas por un tiempo, pero claro, reflejo de su propio ser, le acabaron pareciendo simples, grises y patéticas, indignas de más atención y demasiado reticentes a mantener la disciplina. Cuando la cosa se torció del todo abandonó el manuscrito a su suerte. Por un tiempo se entretuvo en sus quehaceres celestiales. Esbozó otros mil proyectos, experimentó con las tramas subatómicas otras tantas creaciones. De su febril e insatisfecha curiosidad fueron creados infinitos universos, con sus milagros y sus taras. Y en cada uno su pecado original: el pavor a lo acabado, la indefinición, la procrastinación y la melancolía fósil que acaba por teñir con una pátina solemne hasta el rincón más sutil de la existencia.

Dejada de la mano del Creador, la historia avanza a golpes, se atasca, se revuelve, se cuaja y se diluye en remolinos; desnuda de propósito, de unidad, es un caballo muerto, un pez dormido en la corriente, una mañana de domingo con aliento feroz y párpados hinchados, es un sindiós, una bola de nieve remontando la ladera, es esa pieza que al caer no tumba la siguiente sino que aplasta a la caída justo antes. Son palabras echadas a rodar, con un fin bien definido (el fuego, los dragones, Hiroshima, Chernobyl, los ejércitos de Gog y de Magog, el fundido en negro, la sala vacía y las palomitas en el suelo, la bendición del público que esperó en la oscura eternidad de las lucecitas en pantalla), pero sin la menor idea de cómo rellenar las elipses narrativas.


lunes, 21 de marzo de 2022

sombra que decae 
rabia desdentada
apágate como la noche
en el corazón
del ahogado

ahora no ya

avanzar con la tortuga
hacia el fuego primigenio 

viernes, 18 de marzo de 2022

Cambia las contraseñas, abraza tu yo lírico, canta con las excavadoras, baila sobre los muros de cristal, inventa ensalmos, distribuye la riqueza, carga con tus cruces y consume con respeto, cambia tu yo lírico, abraza las contraseñas, aboga por lo críptico, desnuda los significados, desnuda las palabras, desnudo como las piedras, desnudo como el alma del desván y las montañas.
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